Sitios de agua manejada se pueden ajustar para ciertas especies

Los administradores de vida silvestre han usado el agua durante mucho tiempo, especialmente en el árido suroeste, como una herramienta para ayudar a mantener poblaciones saludables de animales. Lo que comenzó como un puñado de sitios de agua manejados para codornices y venados alrededor de 1940 floreció en unos 6,000 sitios, con la intención de aumentar las poblaciones y beneficiar la salud general de docenas de especias, la mayoría de caza, en 10 estados del oeste a fines del siglo XX. El agua provisional, contenida en abrevadores, llantas grandes, cuencas, tanques abiertos y estanques represados, ahora se usa para respaldar una amplia gama de trabajos de manejo de vida silvestre y conservación de especies, desde aumentar las poblaciones de venados y otros animales de caza hasta los esfuerzos de recuperación para el berrendo de Sonora y el Borrego cimarrón del desierto, que están en peligro de extinción.

Banner: Venados reúnen alrededor de un bebedero. Below: Los borregos cimarrones se refrescan en un bebedero en el desierto. Los estudios demostraron que el 70% de las visitas del borrego cimarrón a los bebederos hechos por el hombre se realizaron entre abril y agoste en el desierto de Chihuahua y el 83% de las visitas se realizaron entre mayo y septiembre en el desierto de Sonora.

Sin embargo, un nuevo estudio revela que, en algunos casos, uso de la herramienta común de manejo de vida silvestre se puede ajustar para optimizar los beneficios para las especies objetivo al reducir el riesgo de los depredadores que también se sienten atraídos por las mismas fuentes de agua. Publicado en PLOS One, la revista científica de acceso abierto revisada por pares de la Biblioteca Pública de Ciencias, la investigación representa implicaciones significativas para otros esfuerzos de manejo de vida silvestre de ideas similares.

Realizado por biólogos del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, el Departamento de Defensa y otros, el estudio examinó cuándo el borrego cimarrón del desierto, que está en peligro de extinción, así como el venado, el puma y el coyote, visitan fuentes de aguas manejadas (bebederos) en tres ecosistemas desérticos distintos del sudoeste.

“El borrego cimarrón del desierto visita el agua cuando hace calor y está seca”, dice Grant Harris, biólogo del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre. “Los pumas visitan el agua durante todo el año. Para llevar a casa: Proporcione agua solo cuando sea probable que visite el borrego cimarrón, lo que podría reducir la expansión del rango de pumas y la depredación de borregos”.

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Durante seis años y media, desde julio de 2009 hasta diciembre de 2016, Harris y otros investigadores analizaron imágenes de cámaras remotas instaladas en 105 bebederos en los desiertos de Chihuahua, Sonora y Mojave. Al calcular la proporción media de visitas a las cuencas de captación de agua por mes para cada sitio, el equipo pudo precisar exactamente cuándo visitaron los sitios el borrego cimarrón del desierto, el venado, los coyotes y los pumas.

La investigación reveló que, en el desierto de Chihuahua, el 70% de todas las visitas del borrego cimarrón ocurrieron entre abril y agosto. En el desierto de Sonora, el 85% de las visitas de borregos ocurrieron de mayo a Septiembre. Si bien los borregos preferían estos períodos de cuatro a cinco meses durante las estaciones más calurosas para visitar los sitios de agua, los estudios del sitio revelaron diferentes patrones de visitación para coyotes y pumas, que visitaron a los bebederos durante todo el año.

“Es bastante simple”, dice David Brown, biólogo de vida silvestre de la Universidad Estatal de Arizona y coautor del estudio reciente. “Todos los que tienen un perro de caza saben que los cánidos y los carnívoros más grandes requieren más agua que los ungulados adaptados al desierto. El estudio simplemente documenta este hecho para que todos lo vean, un hecho que los proveedores de agua de ungulados suelen pasar por alto”.

De hecho, numerosos estudios sobre la vida silvestre sugieren que los beneficiosos de los protocolos de manejo de la vida silvestre que incluyen agua provisional a veces pueden ser insignificantes o que la práctica es potencialmente contraproducente. Sin embargo, a pesar de las preocupaciones de que el suministro de agua puede favorecer a más especies dependientes del agua, aumentar la depredación y reducir la biodiversidad, las agencias de vida silvestre continúan proporcionando agua durante todo el año en muchas tierras áridas de África, Australia y los Estados Unidos, aparentemente para aumentar las poblaciones de animales de caza y mejorar biodiversidad.

Above: Un puma toma un trago. Los pumas visitan los bebederos artificiales durante todo el año, no solo cuando hace calor.

“Sabemos por estudios fuera de los Estados Unidos que los pozos de agua atraen a los depredadores, por lo que no fue sorprendente que los pumas frecuentaban los aguas durante todo el año”, dice David R. Stewart, un biólogo del Servicio Federal de Caza y Pesca y otro coautor del estudio reciente. “De hecho, y hablando con cazadores en Nuevo México y Arizona, ellos también buscan agua mientras persiguen su comida en la mesa para especies como venados y uapitíes. Independientemente, los bebederos proporcionan un beneficio y son una herramienta de manejo que los biólogos podrían usar para ayudar a mantener las poblaciones. Sin embargo, y como cualquier herramienta de manejo, los biólogos y administradores deben considerar cuándo usarlo y cuándo no usarlo para el mejoramiento de las especies que están manejando”.

Stewart sugiere que los resultados que encontró el equipo de investigación representan un primer paso para determinar la mejor manera de utilizar las fuentes de agua suplementarias en el ámbito del manejo de la vida silvestre. El siguiente es determinar con mayor precisión la eficacia de estas herramientas de manejo. Por ejemplo: ¿Qué sucede con el número de borregos y pumas si se proporciona agua solo durante unos pocos meses del año? ¿Los depredadores abandonan el área? ¿Disminuye el número de borregos? ¿Se mantienen estables porque están utilizando manantiales de alta montaña u otros sitios de agua natural desconocidos?

“La ecología del movimiento desempeñará un papel fundamental para ayudarnos a responder estas preguntas”, dice Stewart. “Al observar más de cerca esta situación, podemos refinar la forma en que manejamos los borregos usando provisiones de agua”.

Por ahora, el estudio se suma a un cuerpo científico importante y creciente que apunta a una conclusión clara: Mejorar el manejo del agua depende de comprender los patrones de visita de la vida silvestre y adaptar el manejo a las especies que justifican el agua provisional.

Ben Ikenson es un ex escritor del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre.

About Ben Ikenson

Ben Ikenson is a former writer for the U.S. Fish and Wildlife Service.